Macuspana y Tijuana

Miramontes, número 1, Ciudad de México, agosto de 2020

Existe una corriente de opinión que enaltece el desempeño económico de las entidades del norte de México y menosprecia a las del sur. Es el caso de Gabriel Cuadri, quien mencionó que estados como Oaxaca, Guerrero y Chiapas “son una traba para la economía nacional”. Por su parte, Jorge Suárez Vélez dijo: en lugar de cerrar brechas, parece que queremos empobrecer a los ricos y restarle competitividad al norte para que se asemeje al sur. El sur, señala Suárez Vélez, “es mediocre y pobre”.

Si se observan los indicadores de producción y comercio exterior de las 32 entidades del país, bien se puede decir que la situación es variopinta. Es cierto que en promedio las entidades del norte crecen más que las del sur, pero no lo hacen según las tasas de la economía China, que en los últimos 25 años lo menos que ha crecido es 6.5%; 3 o como en México, que en el llamado desarrollo estabilizador, de 1962 a 1970, creció a una TMCA de 7.6%. 4 Es cierto que el tamaño de las economías del norte, por el tamaño del producto interno bruto (PIB), son diversas, por ejemplo, entre las de mayor tamaño, Nuevo León es la tercera y Coahuila la octava. El primero y segundo lugar en 2017 lo ocupó la Ciudad de México y el Estado de México.

Después de más de 30 años de apertura económica, la situación de la economía en los ámbitos nacional y mundial no es igual a como se veía, digamos, hace 5 años. En las actuales administraciones de México y Estados Unidos, e incluso en Europa, han cambiado las prioridades. En México hay un particular interés en desarrollar las entidades del sur mediante grandes inversiones dirigidas por el gobierno. En Estados Unidos están utilizando aranceles en donde les conviene. En Europa, el Brexit es un serio cuestionamiento al libre movimiento de personas entre los países de la Unión Europea, el área que más ha avanzado en la materia. Las políticas económicas se están orientando a mejorar regiones y sectores que hasta hace poco eran secundarios como las entidades del sur de México, los trabajadores de la producción de automóviles y productos siderúrgicos en Estados Unidos, y a todos los trabajadores de los cuatro países del Reino Unido frente a los de la Unión Europea.

En este trabajo se define la posición de cada una de las entidades de México, considerando su PIB en el periodo 2003-2017, 15 años, y sus exportaciones en el periodo 2007-2017, 11 años. Mediante el PIB, con una serie de 15 años, se define su evolución con números índices, tasas medias de crecimiento anual y participaciones porcentuales de cada una de las entidades. El panorama se complementa con las exportaciones, también por entidad, con un periodo menor, de 11 años, y los mismos indicadores: números índices, tasas medias de crecimiento anual y participaciones porcentuales de cada una de las entidades.

Interesa destacar, grosso modo, la relación entre la producción y las exportaciones, considerando que su correspondencia en términos de valor agregado es variable. En México, en los años recientes, no es lo mismo exportar televisores que petróleo crudo. Aun más, en términos de capital y su consecuente repatriación de utilidades, no son lo mismo las exportaciones de televisores de Samsung de Tijuana que las exportaciones de petróleo crudo hechas por Pemex en Campeche.

Fuji y Cervantes estimaron, con información de la matriz de insumo producto de 2003, que el valor agregado en México en la industria maquiladora de exportación, la suma del valor agregado de manera directa y de manera indirecta, fue 22.4% del valor total de las exportaciones de este tipo de industria.5 Por otro lado, de acuerdo con estos mismos autores, en el mismo documento, en 2003, la industria maquiladora fue responsable de 62% del total de manufacturas exportadas por México. Dentro de las exportaciones de la industria maquiladora, 40.8% lo hizo la industria electrónica, 18% la fabricación de equipo de transporte, y 12% de producción de equipo eléctrico. Si se considera a la empresa coreana de televisores como típica del modelo maquilador, su aportación al PIB mexicano sería 22% de sus exportaciones. En el caso de PEMEX, el 100% de sus exportaciones se incorpora al PIB de México.

El PIB nacional creció en el periodo 2003-2017 a una tasa media de crecimiento anual de 2.3% (cuadro 1). Visto mediante un número índice, el PIB de 2017 fue 38% mayor que el de 2003 (cuadro 1). Es preciso advertir que las tasas anteriores son promedios que consideran los extremos y, por ejemplo, ocultan la caída de 5.2% de 2008-2009 y que el nivel de 2008 se superó hasta 2011.

La entidad que más creció entre 2003 y 2017 fue Baja California Sur con una tasa media de crecimiento anual de 5%, lo cual motivó que el PIB de esta entidad en 2017 fuera 97% mayor que el de 2003. Después de Baja California Sur, las entidades que más crecieron fueron Quintana Roo y Querétaro, ambas a una tasa media de crecimiento anual de 4.7%. La economía de Quintana Roo de 2017 fue 91% mayor que la de 2003, en tanto que la de Querétaro lo fue en 89%. Es pertinente resaltar que ninguna de las tres es fronteriza y, en términos geográficos, no podría haber mayor distancia entre ellas. Por tierra, Quintana Roo y Baja California Sur son las entidades más distantes, y en el centro de ambas se ubica Querétaro.

Por el contrario, la entidad con el peor desempeño en el mismo periodo fue Campeche, la cual disminuyó su actividad a una tasa media de 4.6% (gráfica 1) y, como resultado, su índice en 2017 fue 51% del obtenido 14 años atrás (cuadro 1). Ninguna otra entidad tuvo una tasa de crecimiento negativa. No obstante, Chiapas tuvo una tasa de crecimiento promedio de menos de un dígito, de 0.9%, es decir, en 14 años solo creció 14%, muy distante del 38% del promedio nacional. Después de Chiapas, en antepenúltimo lugar, siguió Tlaxcala con una tasa media de crecimiento anual de 1%; en seguida Oaxaca, con una tasa media de crecimiento anual de 1.4%. Después la fronteriza, en el norte, plena de maquiladoras, Tamaulipas, con una tasa media de crecimiento anual de 1.6%.

Otra perspectiva es la participación de cada una de las entidades en el PIB nacional. La Ciudad de México ocupó el primer lugar con un porcentaje significativamente mayor al de la entidad del segundo lugar. Además, gracias a un mayor aumento constante respecto al promedio nacional, creció su participación en el total. En 2003 representó 17% (cuadro 2), después de crecer a una tasa media de crecimiento de 2.6%, mayor al 2.3% del de toda la economía. En 2017 subió su participación a 17.5%. En otras palabras, aumentó su participación debido a que su tasa media de crecimiento anual fue 3 décimas superior a la del promedio nacional.

El segundo lugar lo ocupó el Estado de México, vecino de la Ciudad de México, con 8.9% del PIB nacional en 2017, lo cual fue, después de crecer a una tasa de crecimiento medio anual de 2.8%, 5 décimas más que la nacional y 6 décimas más grande que el porcentaje de 2003. La Ciudad de México y el Estado de México representan 25% de la producción nacional.

Por su tamaño, Nuevo León, en el norte, es de manera consistente la economía número tres y la de mayor crecimiento entre las grandes. En 2003 su PIB representó 6.4% del PIB nacional, y después de crecer a una TMCA de 3.4%, en 2017 representó 7.3% del PIB nacional.

En la parte baja de la tabla de la estructura de participación porcentual del PIB están Colima y Tlaxcala, ambas con 0.6% del PIB nacional. En tercer lugar Nayarit, con 0.7%. De las tres, la que más creció durante los 14 años fue Nayarit, con una tasa media de crecimiento anual de 3.4%, después Colima con 3.2%, y por último Tlaxcala con 1%. Al crecer más que el promedio nacional, las dos primeras aumentaron su participación en el total nacional, mientras que Tlaxcala descendió por su menor crecimiento respecto al promedio nacional.

Cabe mencionar que las entidades que más crecieron, Quintana Roo, Baja California y Querétaro, por su tamaño ocuparon los lugares 23, 29 y 17. Desde el punto de vista de las exportaciones, la situación es diversa. Aunque la vecindad con Estados Unidos, el mercado nacional más grande el mundo, es una de las principales ventajas, también es importante la disponibilidad de los recursos naturales.

A primera vista Chihuahua, Baja California y Coahuila son los estados líderes en materia de exportaciones con cifras, respectivamente, de 466 861, 398 935 y 355 638 millones de dólares en el periodo de 2007-2018. Campeche con 264 100, se ubicó en el lugar seis (cuadro 3). En los lugares cuarto, quinto y sexto, se ubicó Nuevo León con 330 267, Tamaulipas con 284 435, Campeche con 264 100 y Tabasco con 115 798. Sonora ocupó el noveno lugar con 179 661, después del Estado de México con 188 357.

Ahora bien, si se considera la parte de estas cifras de exportación que se incorpora al PIB de México, la situación es diferente. ¿Cuánto de lo que exportan Chihuahua y Baja California es valor agregado en México?, ¿cuánto de las exportaciones de los estados fronterizos se integra al PIB mexicano?, y ¿cuánto de lo exportado por los sureños Campeche y Tabasco se integra al PIB nacional?

Fuji y Cervantes estimaron, con información de la matriz de insumo producto de 2003, que el valor agregado en México en la industria maquiladora de exportación, la suma del valor agregado de manera directa e indirecta, fue 22.4% del valor total de las exportaciones de este tipo de industria. Por otro lado, de acuerdo con estos mismos autores, en el mismo documento, en 2003, la industria maquiladora fue responsable de 62% del total de manufacturas exportadas por México, y dentro de las exportaciones de la industria maquiladora, 40.8% lo hizo la industria electrónica, 18% la fabricación de equipo de transporte y 12% la producción de equipo eléctrico. 

Las exportaciones totales de 2007-2017 de las 5 entidades fronterizas, Baja California Norte, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas sumaron 1 685 533 de dólares. Si se considera que todas las exportaciones de manufacturas de estas entidades fueron realizadas por empresas maquiladoras y a esta cantidad se aplica el 22%.4 (que, a juicio de Fuji y Cervantes, es la proporción del total de exportados por la industria maquiladora que se integra al PIB nacional) se obtiene la suma de 377 559 millones de dólares.

Ahora bien, teniendo en cuenta que las exportaciones de Campeche y Tabasco son únicamente de petróleo crudo, y que por tanto, todo se incorpora al PIB de México, la aportación al PIB de las exportaciones de la industria maquiladora de las 5 entidades fronterizas de 377 559 millones de dólares es cercana a los 379 898 millones de dólares que exportaron las 2 entidades petroleras del sureste Campeche y Tabasco en el mismo periodo.

Las tendencias son diferentes, mientras el PIB y las exportaciones de las entidades fronterizas suben, ambas variables tienen una tendencia descendente en los casos de Campeche y Tabasco, tendencias que son parcialmente debidas a la política económica. Desde la segunda mitad de los años ochenta del siglo pasado hasta 2018, la política económica alentó la integración con Estados Unidos y desalentó la producción de petróleo y sus derivados.

La política económica de la administración que ha iniciado a finales de 2018 prioriza a los estados del sur del país en materia de grandes inversiones en energía y transporte ferroviario: Refinería de Dos Bocas, Corredor Transístmico y el Tren Maya. También, por tener estas entidades más población pobre, deben la inversión pública en materia de salud, educación y vivienda.

Todas las regiones están sujetas a cambios en el mercado mundial. Así como el precio del petróleo crudo puede cambiar, en ambos sentidos, puede ocurrir que cambien las ventajas que determinan la producción de manufacturas que instrumentan el modelo maquilador, como sucede con la producción de televisores en Tijuana, donde temen que se traslade a Vietnam parte del trabajo a cambio de una mano de obra más barata.

Reconocer la diversidad es un principio básico del desarrollo económico. Parece un gran acierto del gobierno 2018-2024 el priorizar el desarrollo económico del sur del país. El norte debe mantener su inercia económica y el sur debe crecer y desarrollarse, pronto.